viernes, 7 de mayo de 2010

Bécquer:

Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;

hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá.

Gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar
y rueda y pasa y se ignora
qué playa buscando va.

Luz que en cercos temblorosos
brilla próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será.

Eso soy yo que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.

1 comentario:

  1. Primero, ante todo, felicitarte por el blog Clara.
    Quiero dejarte este pedacito de una de sus rimas que me encantó cuando leí:
    (...)
    Ideas sin palabras,
    palabras sin sentido;
    cadencias que no tienen
    ni ritmo ni compás.

    Memorias y deseos
    de cosas que no existen;
    accesos de alegría,
    impulsos de llorar.
    (...)
    ¡Un besito!

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